Hoy he sido invitado


Como representante del Biberódromo hoy he sido invitado a la clausura de torneo de golf  que celebran en el Golf del Guadalhorce . Cada año nos dan una aportación en función del juego de cada uno. Hoy hemos podido juntar más de mil euros. Seguidamente les hice partícipes de mi buena noticia que publicaré el lunes y cuya copia acompaño

LA BUENA NOTICIA DE MANUEL MONTES CLERIES

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Málaga, 10 de junio de 2013

El golf y los golfistas

Ojo. Empecemos por distinguir claramente entre golfistas y golfos. Como todo el mundo sabe la palabra golfista define al jugador de golf, por otra parte el vocablo golfo -derivado del inglés- califica a ciertas actitudes (especialmente de algunas profesiones) o describe las radas, abras  o bahías en los mares.

 

Mi buena noticia de hoy me la transmiten los golfistas. Un tipo de personas que hacen de ese deporte una forma de vida, lo que es lógico; de sus normas de conducta detraemos las siguientes:

  • No echar los palos con ira cuando algo no salga bien y  Reparar cualquier daño que se haga al campo y rastrillar la arena del búnker después de un golpe. (Tratar bien a las cosas).
  • No estar mal preparado cuando llegue el turno de jugar, retardando a los grupos que siguen. (Cuidarse de uno mismo)
  • No moverse, hablar o permanecer demasiado cerca mientras un jugador prepara o ejecuta un golpe. (Preocuparse por los demás).

Yo añado: no engañar al contrario, ni a sí mismo, moviendo la bola. (Es decir, siendo honrado).

Pero sobre todo es característica la paciencia de los golfistas, parecida a la de los jugadores de ajedrez. Pueden estar minutos pensando las condiciones meteorológicas, las de los palos o las propias antes de dar un golpe. Esto les da tiempo a meditar en lo divino y lo humano y a escaparse de la velocidad que nos exige la vida, así como del stress que se genera a nuestro alrededor.

Eso trae consigo el que sean unas personas razonables y solidarias. Escuchan atentamente cuanto se les dice y obran en consecuencia de lo que les dicta su conciencia. Además, después de jugar se ponen hasta arriba de comer, de conversar y de disfrutar de una copita con moderación.

Conozco a un grupo de jugadores que asomaron un día por “El Biberódromo”, la asociación benéfica con la que colaboro. Decían que querían ayudar. Y lo han hecho con talento y eficacia. Cada año juegan un torneo organizado por el Grupo Vértice. Penalizan el error en el juego con euros para el Biberódromo. Se ha establecido la moneda “potito”. Esto no solo endulza los errores, sino que los justifica, aunque a veces pierden a conciencia. (Menudo capote les he echado).

Este fin de semana viviré una vez más su comida, su cachondeo y su solidaridad. Todos ellos han marcado varios albatros en sus tarjetas. La vida se vive en 18 hoyos… y hay que aprovecharlos. Que Dios les bendiga.

:grupoVertice_c

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